Cómo quitarnos los esmaltes de purpurina

Aaaahhh... Summertime, and the living is easy. Cómo mola el verano, éste en concreto me está encantando. Supongo que porque es el primero en seis años que no me paso estas fechas estudiando como una cabrona, y tengo tiempo para ir a la piscina, tocarme la barriga, trabajar de vez en cuando y quedar con mis amiguitos.

Con el verano vienen los colores brillantes, el exceso de neones, chanclas, sol y... purpurinas. Este año tengo el gen purpurínico desatadísimo como podréis ver por las entradas que vengo publicando, solo quiero purpurina, cristalitos y flakies adornando mis uñas.

Mas... ¡Ay! No hay nada más tedioso en la vida que quitarse un esmalte de purpurina. Bueno, probablemente lo haya, pero desde mi trono de comodidad y buena vida veraniegas me permito el lujazo de afirmar que no. El método tradicional de hacerlo a base de frotar con un algodoncito empapado en acetona puede generarnos un esguince de muñeca, y poca broma con esto porque yo muchas veces he terminado con dolor en la muñeca y en el dedo gordo de apretar.

La purpurina debe de tener algún tipo de campo electromagnético afín a la queratina o vaya usted a saber, que hace que la muy cabrona se nos pegue a las uñas como si no hubiera un mañana. Prefiero pensar esto en lugar de aceptar la realidad: La purpurina está repleta de partículas sólidas unidas entre sí por una matriz que se puede diluir, por lo que a nuestro quitaesmalte le cuesta mucho más llegar a colarse entre todas las capas de purpurina para disolverlo todo. Sea lo que sea, es el mismo coñazo.

¡Pero! Hay un método fácil para quitárselos sin necesidad de cogernos la baja, y es el que os voy a explicar hoy.

Necesitaremos:

-Acetona pura: En realidad cualquier quitaesmalte nos sirve, pero la acetona pura, obviamente, lo hace todo mas veloz. Eso sí, preparad luego la crema de manos y cutículas...

-Papel de aluminio: Cortaremos cinco tiras de aprox 15 cm de largo y las dividiremos a la mitad, nos deberían quedar cinco cuadrados.

-5 Discos de algodón.



Pasos

1.- Cortaremos nuestros discos de algodón por la mitad. Yo uso estos grandones del mercadona, pero los pequeñitos estándar nos servirán. Esto es simplemente para ahorrar un poco. Tendremos, pues, diez mitades de algodón.



2.- Empaparemos el disco de algodón en la acetona, y lo colocamos sobre la uña, bien pegado, y envolveremos ésta con el algodón, cuidando de que quede todo bien pegado y que el algodón esté bien empapado.





3.- Cogemos uno de los trozos de papel de aluminio, y envolvemos la uña, siempre apretando la parte de arriba para que no se despegue el algodón y quede en íntimo contacto con la uña. Lo hacemos con todos los dedos de una mano.





4.- Y ahora, esperamos diez minutos. Mientras tanto, podéis intentar mantener contacto con extraterrestres. O algo.

5.- Pasados diez minutos, retiraremos el papel de aluminio de un solo tirón, con el pulgar apretando la uña para que salga todo el esmalte. Y... ¡Magia! Casi ha desaparecido todo.



6.- Limpiamos los excesos que se suelen quedar en los rebordes de las uñas con un algodón y acetona. Ésta purpurina ya suele estar disuelta y blandurria, así que no debería de resultar problematica.

¡Pues ya esta! (Con tono de Elvisayomastercard) Espero que os haya gustado este tutorial.

¡Portaos bien!