La entrada de hoy es una manicura (cielos!) querría haber hecho algún maquillaje, pero con el viaje y mi estado premenstrual mi piel se ha desatado y tengo la cara llena de granos como un chaval pajillero de quince años cualquiera...
Esta manicura es una de las que más me ha gustado de todas las que he hecho. Estamos de los crackles ya hasta el p***rro, lo sé, pero yo no me he cansado aún de ellos, es de las pocas manicuras que me gusta llevar sin sentirme totalmente ridícula, porque francamente los Konads y los nail arts en general me gusta verlos pero luego me parecen demasiado horteras...
Como véis, es una base de glitter plateado con crackle morado por encima. El resultado es espectacular a la luz del sol, viéndose el glitter brillar por los resquicios del craquelado... Además como sabréis si habéis empleado craquelados alguna vez, no es fácil conseguir que queden bien, y yo estoy francamente contenta con cómo ha quedado este :) Os paso a hacer la reseña de los esmaltes, no sin antes aclarar que me hubiera gustado hacerle una foto al Luna previamente, pero me hice esta manicura de noche y no tenía buena luz para ello. De todas formas si buscáis en Google seguramente tenéis mil swatches :D
1ª Capa: OPI Alpine Snow. Es simplemente un esmalte acabado crema completamente blanco. Lo apliqué antes porque el Luna es un poco transparente por si solo y necesita de cuatro capas para mostrar opacidad completa, y siendo que para aplicar esmaltes craquelados hay que dejar secar primero la manicura, escogí aplicar primero una fina capa de este blanco para poder construir mejor el color del Luna sin tanta capa. El color es perfecto, un blanco opaco en dos capas, con una fórmula en crema como solo OPI sabe hacerlas. Debería de ser un básico en nuestro arsenal de uñas :D
2ª Capa: Zoya Luna. Es uno de los colores que más me fascina llevar en las uñas. Su base es un gris lechoso con algo de shimmer, y tiene suspendido en ella un montón de purpurina cuadrada plateada. Me lo compré poco convencida, simplemente porque lo veía original aunque no me fascinaba, y siempre que me lo pongo me las tiro mirándome las uñas todo el día sin parar... ¡Es como llevar uñas de robot! La fórmula quizás es un poco líquida de más, pero sin desmerecer para lo que son los esmaltes Zoya, que se cuentan entre mis esmaltes preferidos y los que tienen un colorido más original... Para lograr opacidad completa necesita cuatro capas por lo lechoso de la base, pero al mismo tiempo es lo que lo hace un esmalte tan especial, si la base fuera mas opaca seria una mierda pinchada en un palo...
3ª Capa: China Glaze Fault Line Crackle. ¡Ayyy, la obsesión de los crackles! De declaro fan absoluta e irredenta de ellos, aunque la mayoría de las veces me hacen cabrear... Con este Fault Line todavía tenía la asignatura pendiente, no había conseguido aún hacer una manicura que me convenciese, y con esta me ha ganado entera... El problema que tiene es que craquela poco, y antes había pecado de aplicarlo siempre sobre uñas húmedas, porque soy una impaciente, y eso causa que craquele menos aún... A mi me da la sensación de que este color se opaca con el secado, cuando lo aplicamos húmedo podemos ver claramente el esmalte que tiene debajo, pero al secarse se va oscureciendo hasta cubrirlo por completo... El color es muy bonito, muy similar al Coconut Kiss de China Glaze, un morado quizá más rojizo e intenso de lo que se ve en las fotos (las cuales tienen el color retocado para acercarse más al original) con acabado shimmer muy finito.
¡Portaos bien!
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